jueves, 15 de diciembre de 2011

HEMODIÁLISIS Imprimir E-Mail

En la hemodiálisis, es usada una membrana para dializar, formada por un conjunto de tubos finos, denominados filtros capilares.
Para realizar la hemodiálisis, es necesario pasar la sangre por el filtro capilar. Para esto, es fundamental tener un vaso sanguíneo resistente y suficientemente accesible que permita ser puncionado 3 veces por semana con agujas especiales.
El vaso sanguíneo con estas características es obtenido a través de una fístula arteriovenosa (FAV.)
La FAV es obtenida por un cirugión juntando una vena y una arteria superficial del brazo de modo que permita el flujo de sangre superior a 250 ml / minuto.



Este flujo de sangre abundante pasa por el filtro capilar durante 4 horas, retirando todo lo que sea indeseable. El riñón artificial es una máquina que controla la presión del filtro, la velocidad y el volumen de la sangre que pasan por el capilar y la cantidad del líquido que baña el filtro. 


Para realizar una hemodiálisis de gran padrón es necesario una fístula arteriovenosa con excelente flujo, un local con condición de hospital, maquinaria adecuada y asistencia médica permanente.
Teniendo esas condiciones, el paciente pondrá realizar hemodiálisis por muchos años.

La hemodiálisis tiene capacidad de filtración igual al riñón humano, de esta forma, una hora de hemodiálisis equivale a una hora de funcionamiento del riñón normal.

La diferencia entre la diálisis y el riñón normal es que en la diálisis realizamos 3 sesiones de 4 horas, equivalente a 12 horas semanales. Un riñón normal trabaja en la limpieza del organismo 24 horas por día, 7 días por semana haciendo un total de 168 horas semanales. Por lo tanto, el tratamiento con un riñón artificial deja el paciente 156 horas semanales sin filtración (168-12=156)

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